De alguna manera llegaste a la encuadernación. Quizá estudiaste diseño y llevaste una materia de encuadernación que te encantó. O un día viste en una librería un libro muy bonito, distinto a todos, y te enamoraste. O fuiste a una feria del libro y viste que alguien vendía unas libretas muy bonitas, de tu personaje favorito, y pensaste en que tú podrías hacer lo mismo.
En mi caso, yo estudié literatura y siempre amé los libros. En la encuadernación encontré un medio de expresión libresco que no había encontrado en ningún lugar antes. Durante aproximadamente 5 años la encuadernación fue mi principal medio de vida, y hay muchas cosas que me habría gustado saber cuando empecé. Aquí te cuento algunas de ellas.
No necesitas toda esa herramienta
Cuando empecé, y esto creo que tiene que ver más con mi personalidad que con el oficio en sí, sentía la necesidad de comprar toda la herramienta y todo el material que me pusieran enfrente. La realidad es que no lo necesitas. No necesitas la mayoría de la herramienta que van a querer venderte. Aún tengo materiales que compré hace 6 años y jamás usé. Es cierto, ciertas herramientas te hacen el trabajo más sencillo, pero prácticamente ninguna herramienta es indispensable. Podrías encuadernar incluso si quieres sin una plegadera, esa herramienta que tanto nos dicen que es lo fundamental de un encuadernador. No, no lo es. Tu principal herramienta son tus manos. Aprende a usarlas.
No se vive de solo vender libretas
¿Puedes vivir de encuadernar? Definitivamente. ¿Puedes vivir solo de vender tus encuadernaciones? Eso lo veo bastante más complicado. En 6 años no conocí un solo encuadernador cuyos ingresos vinieran fundamentalmente de la venta de libretas. Menos aún de fabricar y vender sus propias libretas. Hay muchos, sí, que se dedican a maquilar, es decir, ofrecer sus servicios de fabricación a otros, pero al menos a mí, no me parece un negocio sostenible en el tiempo (es mucho tiempo dedicado a un objeto al que le ganarás muy muy poco).
La mayoría de las personas que se dedican de una u otra manera a la encuadernación hacen más cosas: dan cursos, hacen herramientas, venden materiales, etcétera. Piensa desde un principio cuál será tu estrategia.
Tus amigos no pueden ser tus únicos clientes
Vas a empezar con mucho entusiasmo. Vas a hacer unas cuantas libretas (te va a llevar bastante tiempo al principio). Se las vas a vender a tus familiares y amigos. Tendrás aún más ánimos pues vendiste todo o casi todo y ves tus primeras ganancias. Pero la encuadernación no es una necesidad básica, y por mucho que te quieran, va a haber un momento en que no van a seguir comprándote las mismas personas de siempre. Necesitas un público, una comunidad. Para ello necesitas exponer tu trabajo, piensa la manera que más te guste y con la que te sientas más cómodo. Un grupo de Facebook, una cuenta de Instagram, videos en TikTok o Youtube, da igual, lo que importa es que la gente te encuentre y le nazca consumir tu trabajo.
Que nadie te diga que no puedes aprender solo
Hay lugares en donde aprender encuadernación en México de manera presencial, sí. No son tan accesibles, en su mayoría, e implica una flexibilidad de tiempo con la que probablemente no cuentes. Vas a leer y escuchar mucho una visión romantizada de que este oficio no puede aprenderse solo, desde casa, en línea. Es mentira. Claro que se puede. Todo va a depender del tiempo que le dediques, no solo a consumir cursos y tutorial, sino incluso a buscar los recursos indicados (libros, tutoriales de Youtube, blogs, etc) y discriminar de aquellos que no te sean tan útiles. Dicho esto, por supuesto que te recomiendo, si está en tus posibilidades, tomar un curso presencial en donde sea que te encuentres (si los hay). Pero nunca te quedes solo con eso. No tomes cursos en un solo lugar, en una sola escuela, con un solo maestro, etcétera. Aprende todo lo que puedas, de todas las fuentes de donde puedas.
Diviértete, si no, ¿qué caso tiene?
Seguramente estas intentando esto porque lo que estudiaste o tu actividad principal no termina de llenarte. Estás buscando algo más, algo que te haga sentir diferente, de descubrir otra faceta de ti. No te estreses de más. Te van a salir mal, sí o sí. Algún proceso te va a costar más trabajo, se te van a pandear libretas, vas a pegar chuecas las guardas, se te va a manchar la tela cuando ya estás casi terminando. Va a suceder. Disfrútalo. Estás haciendo esto por buscar algo más, algo distinto. Diviértete. Es un mundo tan amplio que nunca vas a terminar de aprender, así que no te desesperes.
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